En España hay un gran número de residencias de mayores y se clasifican según diferentes criterios, específicamente su tipo de administración o titularidad se pueden conseguir en el país residencias públicas. En España hay un total de 1.573 residencias bajo administración pública. Las provincias del país con más residencias públicas en porcentaje son Melilla, Las Palmas, Cáceres y Badajoz.
Ahora, las residencias de mayores públicas son centros que su administración está financiada totalmente por la Comunidad Autónoma en la que se encuentre ubicada o por el ayuntamiento de la provincia. Por lo tanto, como las plazas son financiadas por el Estado, para ingresar o obtener una plaza en este tipo de residencia es necesario cumplir una serie de requisitos que varían según cada comunidad. Pero el objetivo principal de las residencias públicas es favorecer a las personas mayores dependientes o ancianos sanos de bajos recursos financieros.
Tabla de Contenidos
¿Cuáles son los requisitos para entrar en una residencia pública?
Cuando las personas llegan a cierta edad o se inicia un grado de dependencia elevado, las familias toman la decisión de contar con los servicios de una residencia para mayores, buscando la mejor asistencia para ofrecerle a su ser querido una mejor calidad de vida. La primera opción que se presenta es una residencia de ancianos, porque es el único lugar que el anciano recibirá todo los cuidados necesarios y básicos para estar física y mentalmente bien, ya que en los centros de mayores se encuentra un grupo de persona especializadas en el cuidado de adultos mayores, atendiendo todas sus necesidades las 24 horas del día. Pero lo complicado es conseguir una residencia que se ajuste a la disponibilidad económica de la familia. Las residencias privadas suponen un gran coste mensual, y en el caso de las residencias públicas, actualmente hay una gran demanda, así que su accesibilidad es limitada.
Conocer los requisitos para entrar en una residencia de ancianos es hoy en día indispensable para muchas familias que piensen en el cuidado de su ser querido, y aunque estos requerimientos no son del todo generales, ya que en cada Comunidad Autónoma establecen sus propios parámetros, existen, de acuerdo a la Ley de Dependencia existen algunas condiciones únicas.
Tener 65 años
La edad mínima como requisito para entrar en las residencias públicas es de 65 años, como edad general. Pero en algunas Comunidades Autónomas no es tan significante la edad, sino el grado de dependencia de la persona. Aunque en España, la edad más común de las personas que entran en las residencias es de 80 años, ya que es muy difícil conseguir plazas públicas o es un proceso que toma su tiempo.
Estar Empadronado
Otro requisito indispensable para obtener una plaza en una residencia pública es estar empadronado en el municipio donde se vaya a solicitar el ingreso de la residencia con tiempo mayor de 6 meses, aunque en algunas comunidades suelen pedir un máximo de dos años de empadronamiento.
Sin Sanciones
En el caso de haber estado anteriormente en una residencia de mayores, no poseer ningún tipo de sanción.
Diagnóstico de Dependencia
Tener un certificado médico o social donde acredite ser una persona dependiente y que necesita vivir en una residencia bajo los cuidados las 24 horas del día.
Otros requisitos generales
Dentro de los requisitos generales, el adulto mayor para optar por una plaza pública no debe tener alguna enfermedad contagiosa. Además no sufrir ningún trastorno mental grave que pueda descomponer la convivencia dentro del centro de mayores.
¿Cómo solicitar una plaza pública de una residencia?
Después de conocer los requisitos básicos que solicitan para obtener una plaza en un centro de mayores público, es momento de conocer los pasos a seguir para entrar en la lista de espera para la residencia. Debes saber que no es un proceso sencillo y toma mucho tiempo en lo que aprueban la solicitud y se abren nuevas plazas disponibles.
Primer Paso
El primer paso es solicitar la cita en los Servicios Sociales que son una administración que tiene como objetivo mejorar el bienestar social de la sociedad, además prestan información y orientación sobre todos los recursos disponibles para individuos, grupos o instituciones. Una vez tengas la cita en los Servicios Sociales un trabajador social iniciará los trámites. Este paso lo puede hacer tanto el adulto mayor o sus familiares.
Segundo Paso
El segundo paso es la intervención del Trabajador Social que es asignado por los Servicios Sociales. La tarea del trabajador social es acudir al domicilio del solicitante, adulto mayor y evaluar su grado de dependencia.
Tercer Paso
Para el tercer paso es necesario reunir y tener todos los documentos necesarios, entre la documentación que se necesita están el DNI, certificado del empadronamiento, cartilla sanitaria y la cartilla de valoración de dependencia, todo debe ir acompañado con copias. Todos estos documentos los solicitará el trabajador social el día acordado para la visita. Una vez el trabajador social o los Servicios Sociales tenga el resultado enviará por vía correo postal una carta donde informará el grado de dependencia y los resultados de la resolución.
Cuarto Paso
En este paso es momento de la participación de la Ley de Dependencia. Con una nueva cita el trabajador social acudirá a la familia para informar detalladamente el contenido de la carta recibida, además indicará los recursos y las prestaciones que corresponde a la persona mayor, basándose totalmente con los estatutos de la Ley de Dependencia.
Quinto Paso
El último paso corresponde al periodo más largo, porque es momento de esperar a la asignación de la residencia de mayores que debe estar en un radio de 50 kilómetros de distancia. El último paso para obtener una plaza en una residencia pública suele ser el más largo, pudiendo pasar meses, y dependiendo de la Comunidad Autónoma y la demanda de plazas que existan. Pero lo más importante es saber que si se tienen los requisitos exigidos por los Servicios Sociales al anciano se le podrá asignar una residencia para mayores.
¿Qué documentos necesito para acceder a una residencia de mayores pública?
Cada Comunidad Autónoma solicita a su comunidad diferentes documentos de acuerdo a sus delegación y estatutos, pero en general los documentos que solicitan para las personas que quieran acceder a una residencia de mayores pública son el DNI, la solicitud formal tomada desde la Consejería de Asuntos Sociales perteneciente a tu Comunidad Autónoma.
En cuanto a los requisitos económicos se debe adjuntar una declaración jurada de ingresos y bienes de la persona mayor o dependiente solicitante de la plaza, un documento de declaración de ingresos y bienes, además del Certificado de la Agencia Tributaria sobre el Impuesto sobre la Renta del solicitante. También es importante poseer un certificado que acredite todas las pensiones recibidas desde el inicio del cobro de la jubilación y todos los datos sobre las cuentas bancarias que posea el adulto mayor y los movimientos realizados al menos con seis meses de vigencia. Otros documentos complementarios que solicitan son el certificado de empadronamiento junto con el certificado de convivencia y un informe expedido por la Consejería que explique la situación y el motivo del porqué necesita la asistencia residencial.
Conclusión
Optar por una plaza en una residencia pública puede ser un camino muy largo, pero que resulta en buenos términos en relación a costo, pero para las personas que tengan las posibilidades de ingresar en una residencia privada es una opción más válida, porque no requiere de ningún tiempo de espera. Además, las residencias privadas pueden ser una opción mientras esperan la resolución de los Servicios Sociales si se requiere con mucha necesidad el cuidado del adulto mayor por parte profesionales. Pero en conclusión general las residencias privadas y públicas en España son centros donde los residentes reciben atención de primera calidad, porque su objetivo es velar por el bienestar de los adultos mayores y mantener y reforzar sus capacidades físicas y mentales.
Aunque España ofrece a la comunidad diferentes opciones, para las personas que están en espera de la resolución, o las que se les ha negado la plaza pública, los centros de día para personas mayores, las ayudas a domicilio y el servicio de teleasistencia.
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